El bibliófilo de Balderas
Hace más de una década me lo presentaron como especialista en firmas, un hombre corpulento de cuarenta y tantos años, de pelo cano y vestido con pulcritud, usaba anteojos de alta graduación, se percibía en él cierto halo de erudición, aunque la presentación hecha por parte de un librero no me fue agradable, sentí como si […]