Anecdotario
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Anecdotario
Los libreros de viejo y sus simpáticos gatos.
Muchas cosas disfruto de ser provinciano pero también de algunas me avergüenzo: jamás en mi vida he pisado la lagunilla y conocí apenas hace diez
Las uvas y el viento
“Los libros no son para coleccionarse o para exhibirlos sobre un librero como si fueran trofeos de guerra; los libros son para leerse… y ni
¿Cuánto?
Si bien cotidianamente son antagonistas por naturaleza propia, existen ocasiones, escasas como la historia de un deicidio, en que estos dos participantes de la vida
El bibliófilo de Balderas
Hace más de una década me lo presentaron como especialista en firmas, un hombre corpulento de cuarenta y tantos años, de pelo cano y vestido con
Sobre Edward Albee y tres libros de Tario
Y resulta que la roomie se puso creativa, un fenómeno llamado Anahí la inspiró, y decidió que el día de hoy comeríamos enfrijoladas; por fortuna no
Los libreros de viejo y sus simpáticos gatos.
Muchas cosas disfruto de ser provinciano pero también de algunas me avergüenzo: jamás en mi vida he pisado la lagunilla y conocí apenas hace diez
Las uvas y el viento
“Los libros no son para coleccionarse o para exhibirlos sobre un librero como si fueran trofeos de guerra; los libros son para leerse… y ni
¿Cuánto?
Si bien cotidianamente son antagonistas por naturaleza propia, existen ocasiones, escasas como la historia de un deicidio, en que estos dos participantes de la vida
El bibliófilo de Balderas
Hace más de una década me lo presentaron como especialista en firmas, un hombre corpulento de cuarenta y tantos años, de pelo cano y vestido con
Sobre Edward Albee y tres libros de Tario
Y resulta que la roomie se puso creativa, un fenómeno llamado Anahí la inspiró, y decidió que el día de hoy comeríamos enfrijoladas; por fortuna no
Los libreros de viejo y sus simpáticos gatos.
Muchas cosas disfruto de ser provinciano pero también de algunas me avergüenzo: jamás en mi vida he pisado la lagunilla y conocí apenas hace diez
Las uvas y el viento
“Los libros no son para coleccionarse o para exhibirlos sobre un librero como si fueran trofeos de guerra; los libros son para leerse… y ni
¿Cuánto?
Si bien cotidianamente son antagonistas por naturaleza propia, existen ocasiones, escasas como la historia de un deicidio, en que estos dos participantes de la vida
El bibliófilo de Balderas
Hace más de una década me lo presentaron como especialista en firmas, un hombre corpulento de cuarenta y tantos años, de pelo cano y vestido con
Sobre Edward Albee y tres libros de Tario
Y resulta que la roomie se puso creativa, un fenómeno llamado Anahí la inspiró, y decidió que el día de hoy comeríamos enfrijoladas; por fortuna no

